martes, 15 de mayo de 2018

¿Alguien conoce a Pedro, Pablo y María?


Hace poco planeaba yo el arreglo de una canción de mi autoría y comenté a varias personas jóvenes y no tan jóvenes que se me antojaba que sonara un poco como la música que hacían Peter, Paul and Mary a mediados de los años sesenta del siglo pasado. ¿Peter, Paul y quién?, me preguntaban con extrañeza. Nadie tenía la mínima idea de quiénes eran aquellos que convirtieran en un himno de la protesta sesentera la canción “Blowin’ in the Wind” (“La respuesta está en el viento”) de Bob Dylan, antes de que el mundo conociera la versión original del gran Robert Zimmerman (por cierto, Robert Zimmerman es el verdadero nombre de Bob Dylan).
  Me asombró el hecho de que gente supuestamente enterada del mundo de la música ignorara por completo al finísimo trío vocal neoyorquino, cuyas versiones de “500 Miles”, “If I Had a Hammer”, “Lemon Tree”, “Leaving on a Jet Plane” y “The Times They Are A-Changin’” también fueron muy populares en todo el mundo, incluido nuestro país. Pero, no. Nadie tenía la menor referencia al respecto y temo que muchos lectores tampoco la tendrán.
  No contaré aquí en detalle la historia de este trío, formado en 1961 por Peter Yarrow, Noel Paul Stookey y Mary Travers, y cómo se convirtió en la mejor agrupación de folk de la llamada década dorada. Tampoco lo mucho que ayudó a difundir la música del entonces debutante Dylan, así como de otros grandes autores del folk estadounidense como Pete Seeger o Woody Guthrie. Prefiero decir que bien haríamos en rescatar su legado, ya que la agrupación logró crear un estilo muy particular, sin más instrumentos que dos guitarras acústicas y las perfectas armonías de sus voces. Gracias a su muy especial sentido melódico, el trío dio un toque incluso un tanto pop (en el mejor sentido del término) a composiciones de sonido más bien áspero, lo que ayudó a popularizarlas.
  En YouTube, Spotify y otras plataformas está mucho de la obra de Peter, Paul and Mary. Si la desconoce, búsquela, es un deleite; y si ya la conoce, regrese a ella. Vale la pena rememorarla.

(Mi columna "Gajes del orificio" de hoy en la sección ¡hey! de Milenio Diario)

No hay comentarios:

Publicar un comentario