viernes, 9 de octubre de 2020

10 temas para recordar a Eddie van Halen


La semana nos sorprendió con la triste noticia de la muerte del gran guitarrista neerlandés-estadounidense Eddie van Halen, líder sempiterno de una de las agrupaciones más importantes del hard rock de todos los tiempos: Van Halen.
  Nacido en Amsterdam, Holanda, en enero de 1955, al fallecer el músico tenía 65 años. Criado en Pasadena, California, a donde llegó a vivir a las siete años de edad, fundó el grupo en 1972, junto con su hermano mayor, el baterista Alex van Halen (1953), el vocalista David Lee Roth (1954) y el bajista Michael Anthony (1954).
  Su nombre era Edward Lodewijk (Eduardo Ludovico), pero siempre fue conocido como Eddie. Curiosamente, en un principio él quiso ser baterista y Alex guitarrista, hasta que se dieron cuenta de que cada uno era mejor en el instrumento de su consanguíneo y optaron por intercambiar puestos. Admirador desde la adolescencia de Eric Clapton y Jimmy Page, decidió seguir sus pasos y no tardó en convertirse en un virtuoso a la altura de sus dos ídolos.
  Fue en 1978 que el cuarteto lanzó su primer disco, el homónimo Van Halen, y ahí comenzó todo. El único cambio que se daría en la alineación original sucedió en 1992, cuando Sammy Hagar (1947) sustituyó a Lee Roth. En total, Van Halen grabó doce álbumes en estudio, el último de los cuales fue A Different Kind of Truth de 2012.
  El estilo único de Eddie lo llevó a participar con un solo de guitarra en la composición “Beat It”, de Michael Jackson, aunque su solo más célebre es el de “Eruption”, del primer disco de Van Halen. Por cierto, Eddie creó su propia guitarra, la Frankenstrat, esa guitarra roja con franjas blancas que casi siempre lo acompañaba.
  Eddie van Halen murió el pasado martes en un hospital de Santa Mónica, California, víctima de un cáncer en la garganta, contra el que luchaba desde hacía un lustro. Fumador y bebedor empedernido desde los doce años de edad (también tuvo problemas con las drogas en alguna etapa de su vida), achacaba su enfermedad, sin embargo, a que solía colocar una púa de guitarra metálica en sus labios cuando tocaba las partes de tapping, tan característicamente suyas, en las que no requería de ese adminículo. Explicación dudosa que quizá no era más que una humorada suya.
  Eddie ya descansa en paz, según reza el lugar común, y como un modesto homenaje, presentamos aquí, en forma cronológica, una decena de los temas más memorables en que destacó con su guitarra virtuosa y su sempiterna sonrisa entre irónica y bonachona.

1.- “Eruption” (del álbum Van Halen, 1978). Más que una canción, es un solo de guitarra de 1:42 minutos con el que Eddie Van Halen hizo su asombrosa y vertiginosa presentación en sociedad. Un solo legendario que ha sido mil veces imitado y jamás igualado (en concierto, solía prolongarlo por varios minutos, como una especie de acto de malabarismo extremo).

2.- “Running with the Devil” (del álbum Van Halen, 1978). El primer sencillo del álbum debut de Van Halen, con la guitarra de Eddie que brilla tanto en los sólidos acordes del riff como en las mil florituras y el breve solo. Una de las primeras muestras de las habilidades del guitarrista.

3.- “I’m the One” (del álbum Van Halen, 1978). En esta especie de boogie metalero, Eddie van Halen nos da un verdadero muestrario de todas sus habilidades. El solo transcurre a una velocidad sobrenatural, lo mismo que su rico repertorio de riffs, feels, bends y taps. Una cosa fuera de este mundo.

4.- “You’re Not Good” (del álbum Van Halen II, 1979). Van Halen tomó este éxito de Linda Ronstadt para darle la vuelta, sujetarlo por la garganta y transformarlo en un acompasado y sólido tema de rock duro. Lo más notable es el solo de Eddie, en el que mostró que su evolución como guitarrista iba en un ascenso tan rápido como su digitación en las cuerdas.

5.- “Everybody Wants Some!!” (del álbum Women and Children First, 1980). En la oscura atmósfera de esta densa y sexosa canción de su tercer disco, la guitarra del de Amsterdam vuelve a dominar con una enorme cantidad de recursos, firmemente apoyada por la sección rítmica del cuarteto. Un tema mórbido y con cierto grado de deliciosa insanidad.

6.- “Beat It” (del álbum Thriller, 1982). Eddie van Halen fue invitado por Michael Jackson para hacerse cargo del solo en este tema ya clásico del pop y el guitarrista lo hizo de maravilla. Quizás el mayor mérito de Eddie es que su guitarra suena a él mismo y no trató de darle un sonido más comercial y “accesible”. ¿El resultado? Posiblemente uno de los mejores solos de su vida.

7.- “Jump” (del álbum 1984, 1984). Si bien lo que caracteriza principalmente a este tema es el sonido del ochenterísimo sintetizador (tocado, por cierto, por el propio Eddie van Halen), su guitarra en contrapunto con la voz de David Lee Roth, anterior al coro, y su felicísimo solo previo a otra gran parte de teclado hacen que esta sea una de las mejores canciones de Van Halen, más allá de la merecida popularidad que consiguió y de su estatus de clásico.

8.- “Panama” (del álbum 1984, 1984). Laberínticas formas guitarrísticas, fuertemente atadas a un ritmo seco y constante, dan su principal sello a esta pieza, además del puente irresistiblemente hipnótico y con ciertas reminiscencias a Jimmy Page que aparece antes del estallido final. Otro tema imprescindible de la agrupación californiana y otra muestra del expertise de Eddie van Halen.

9.- “Hot for the Teacher” (del album 1984, 1984). ¿Qué se puede decir de la guitarra multitudinaria y en pleno vértigo de esta explosiva pieza llena de sexo, humor irónico y rocanrol? Un frenético frenesí de canción, si se me permite la bárbara y pleonástica expresión. Aquí, Eddie van Halen batió todas las marcas de velocidad de dedos. Eso para no hablar del divertidísimo y delirante video, tan saludablemente incorrecto.

10.- “Poundcake” (del álbum For Unlawful Carnal Knowledge –o F.U.C.K.– de 1991). Con Sammy Haggar como cantante, esta composición de Eddie van Halen fue interpretada con dos guitarras de doce cuerdas ¡y un taladro! El enorme corte abridor del noveno álbum de Van Halen nos sirve para cerrar este homenaje a uno de los más grandes e inventivos guitarristas en la historia del rock.

(Publicado el día de hoy en "Acordes y desacordes", el sitio de música de la revista Nexos)