domingo, 10 de septiembre de 2017

El "Abraxas" de Santana


La obra maestra de Santana y apenas su segundo álbum. Una mezcla perfecta de rock, blues, funk, jazz (ahí está, muy presente, la huella de Miles Davis) y ritmos afroantillanos.
  La ecléctica finura de Abraxas (1970) no tiene precedentes. Es una cumbre discográfica de los años sesenta, un trabajo prácticamente perfecto. Si Santana, el larga duración anterior, contenía tres futuros temas clásicos (“Soul Sacrifice” “Evil Ways” y “Jingo”), este opus número dos ofrecía exactamente lo mismo con “Black Magic Woman” (composición de Peter Green, líder del primer Fleetwood Mac, el grupo que tocaba gran rock blues y no gran rock pop, como el segundo Fleetwood Mac) y su coda “Gypsy Queen”, “Oye cómo va” (original del enorme timbalista Tito Puente) y “Samba pa ti” (una de las piezas más bellas jamás escritas por Carlos Santana).
  La gran diferencia entre ambos álbumes estriba en la calidad del resto del material, muy superior en el caso de Abraxas. Cortes tan suntuosos y sorprendentes, con grandes razgos jazzísticos, como “Incident at Neshabur” o “Singing Winds, Crying Beasts”, no dejan lugar a dudas, lo mismo que la magnífica y muy rocanrolera “Hope You’re Felling Better”.
  Por supuesto que más allá del alto nivel de los diversos cortes del disco está la guitarra del de Autlán, sus riffs, sus licks, sus solos, sus construcciones perfectamente elaboradas, pero sobre todo su ardiente pasión, reflejada en cada nota que aquí interpreta.

(Reseña que escribí originalmente para el Especial de La Mosca en la Pared No. 42, dedicado a Carlos Santana y publicado en septiembre de 2007).

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