martes, 13 de septiembre de 2016

Jack White, ese conservador


Pocos músicos actuales con tal devoción a las raíces del rock que Jack White. Lo suyo es una pasión por el blues, el folk, el country, el rock clásico y ello ha quedado reflejado en toda su obra, ya sea con The White Stripes, The Racounteurs, The Death Weather o en su fructífera carrera como solista.
  White reaparece discográficamente con un álbum doble recopilatorio, en el que recoge mucho de lo que ha hecho en todos sus proyectos con base en la guitarra acústica. De ese modo, en este Jack White Acoustic Recordings 1998-2016 (Three Man Records, 2016) se incluyen 26 composiciones sin desperdicio que nos dan una dimensión asombrosa del talento musical de este hombre.
  El disco uno está dedicado de manera casi exclusiva a canciones de los White Stripes (de las catorce presentadas, trece son del entrañable dueto que el buen Jack conformaba con su ex esposa, Meg White). En ese conjunto de piezas podemos apreciar cómo este músico es capaz de escribir melodías muy diversas, sin perder jamás la esencia de los géneros. De este primer plato podemos destacar joyas de la discografía de las Rayas Blancas como “Sugar Never Tasted So Good”, “Apple Blossom”, “We’re Going to Be Friends”, la inédita “City Lights” y la sensacional “Well It’s True That We Love One Another”, a tres voces, con Holly Golightly y Meg White.
  El segundo disco está conformado por una docena de cortes que incluye nuevas mezclas de canciones grabadas con los Raconteurs o en los álbumes solistas de White. Un ejemplo es “Top Yourself”, retrabajada a manera de espléndido bluegrass; otro, la intensa “Carolina Drama” en una reversión acústica. Otros tracks destacados son los muy conocidos “Love Interruption”, “Blunderbuss” y “Hip (Eponymous) Poor Boy” (este en una toma alterna), además de joyas como “Love Is the Truth” y “Want and Able”.
  Un álbum fantástico que no hace sino confirmar la calidad de este purista, de este conservador de lo mejor de las raíces originarias del rock.

(Publicado hoy en mi columna "Cámara húngara" de Milenio Diario)

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